Image Hosted by ImageShack.us

Que la suerte te acompañe

Bueno, a ver si éste toca. Nos queda la salud. Yo creía que este año sí. Estas son las típicas frases que todo el mundo dice u oye en torno al ya típico Sorteo de Navidad, que mueve a las masas hacia la administración de lotería, se realizan papeletas de todo tipo, de 2€, de 3€, de 5€…con un número, con dos… se intercambian las papeletas de un número por las de otro, y parece que cuando se aproxima la Navidad lo único que nos une es el Sorteo de la Lotería de Navidad, y bueno, hasta hace un par de años, “el Calvo”. Y luego, el gran día, el día del sorteo, todo el mundo se pone a hacer cola en la puerta del (como se llama?) salón, como si por ello tuviesen más posibilidades de pillar un pellizquito.

Parece como si en esas jaulas redondas llenas de pequeñas bolitas se encerrasen nuestros sueños y podamos llegar a rozarlos con las yemas de los dedos, aunque simplemente nuestra posibilidad de que nos toque sea de un 0.0000000001%, pero eso es mucho más que el 0% que teníamos antes. Luego te das cuenta de que no te ha tocado nada, te has dejado más de 100€ en boletos pero aún así, eres feliz porque ¡¡te ha tocado la pedrea!! Y vas feliz a que te devuelvan el dinero para luego gastarlo en el Sorteo del Niño y comenzar de nuevo con el trueque clandestino de boletos, las participaciones a doce, los contactos para conseguir los de Sort… y así año tras año con la esperanza de que algún día una de esas bolitas nos diga: “Sí, tú, el pasmao que lleva toda su vida comprando papelitos con 5 números, te ha tocado. Corre y farda un poco de ser millonario”. Porque, lo queramos o no, lo que nos mueve es poder presumir de dinero y celebrar que, por fin, vamos a tener lo que siempre hemos querido.

0 comentarios: